Se cuenta la historia de un vendedor que paseaba por una playa y encontró una lampara semienterrada en la arena. La recogió, la frotó y como podéis imaginar apareción un genio quien le concedió tres deseos pero a condición de que su mas inmediato competidor en ventas recibiese el doble de lo mismo.
Preguntado por su primer deseo, el vendedor respondió que queria 100.000.000€ a lo que el genio le hizo entrega del número de una cuenta suiza donde estaba ya depositada la cantidad de dinero deseada y le informó que su competidor habia recibido a su vez la cantidad de 200.000.000€.
Como segundo deseo nuestro hombre pidió un Ferrari cuyas llaves le fueron entregadas de inmediato a la vez que el genio le notificaba que su rival acababa de recibir los dos juegos de llaves de acuerdo con el trato realizado.
El Genio sorprendido por la bonhomia de nuestro vendedor le preguntó por su deseo final alo que el vendedor respondió. “deseo donar de forma inmediata un riñón”
De esta historia extraigo, personalmente, algunas lecciones:
1- Quema etapas buscando tu propio beneficio, sin pensar en el que pueda obtener tu competencia. Es mas, alegrate de su buena fortuna por haber sido tú el generador de esta (desarrollando un mercado determinado,…)
2- No le desees ningún mal a tus competidores. No hables mal de ellos, no los menciones.
3- Elimina a tu competencia teniendo presente los puntos 1 y 2 y siempre mediante la realización de un acciones honestas que esta última no pueda afrontar a su vez. Toma siempre la iniciativa porque como vimos, la buena fortuna de tu competencia se debe simplemente a “seguir” tus acciones no a haber tomado a su vez la iniciativa en algun momento.